Los periodos de crisis son recurrentes en las economías de mercado. La actual comenzó en verano del 2007 pero viene fraguándose desde hace una década, en la crisis de las ‘puntocom’, cuando se pincho la burbuja de espectaculares cotizaciones bursátiles de empresas de nuevas tecnologías.
Para contrarrestar la crisis de las ‘puntocom’ se bajaron los tipos de interés y los mercados financieros se inundaron de dinero barato esto ha genero que la inversión se volcara en el sector inmobiliario y provoco que durante la ultima década hayamos asistido a un proceso de crecimiento desorbitado de los precios de la vivienda y del resto de activos inmobiliarios, una situación insostenible a largo plazo pues no podemos basar en el sector de la construcción una parte esencial de nuestro crecimiento económico.
La respuesta del movimiento sindical internacional se ha expresado en la Declaración de Londres de la Confederación Europea de Sindicatos (CES), el 27 de septiembre de 2008, y en la declaración de la Confederación Sindical Internacional ante la reunión del G-20 en Washington, y se resume en estas reivindicaciones:
- Iniciar un plan de recuperación coordinado para atajar la crisis financiera y evitar su traslado a la economía productiva.
- Regular los mercados financieros mundiale
- Crear un nuevo sistema internacional de gobierno de la economía.
- Combatir la desigualdad en la distribución de la riqueza que subyace a la crisis.
El año 2008 probablemente pasará a la historia como el año de la mayor crisis económica mundial tras la que tuvo lugar en los años 30 del siglo XX. Esta crisis, que tiene su origen en el fracaso de una economía financiera globalizada, liberada de todo control y regulación por el neoliberalismo impulsado por las grandes potencias y las instituciones económicas mundiales, se ha trasladado a la economía real dando lugar a la actual situación de recesión económica y fuerte incremento del desempleo.
UGT, junto al movimiento sindical internacional, considera que es el momento para corregir los excesos del modelo económico de los últimos años mediante fórmulas de gobierno financiero internacional y de mayor equilibrio y sostenibilidad en el crecimiento económico.
En España, las prioridades de UGT ante la crisis son:
Activar la economía y el empleo, y garantizar la protección social.
Prevenir la destrucción de empleo, facilitar la recolocación, y garantizar la cobertura social. Adoptar medidas para afrontar las necesidades de financiación de familias y empresas. Aprobar políticas públicas para la reactivación económica.
Cambiar el modelo productivo.
Por uno equilibrado y duradero que apueste por la innovación, el desarrollo tecnológico y el valor añadido, con el objetivo de aumentar la productividad, la competitividad, el empleo y la calidad del mismo. Facilitar el tránsito de empleos de baja productividad a empleos de futuro y valor añadido. Mejorar el sistema educativo. Potenciar la competencia en los mercados de bienes y servicios, para reducir nuestro diferencial de inflación con la UE. Ampliar la capacidad de investigación e innovación en el sistema de ciencia y tecnología y en las empresas.
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